El valor de la solidaridad se manifiesta en reconocer en el bien común, el sentido de una vida exitosa para todos. Desde el punto de vista psicológico, la solidaridad es una actitud y un comportamiento; una actitud porque nos inclina a responder favorablemente a las necesidades de nuestro grupo, de nuestro prójimo y una forma de conducta cuando se concretiza en acciones. Implica sentirse afectado por las necesidades de los otros como si fueran propias. En este sentido nuestra solidaridad se manifiesta hacia toda la humanidad, hacia quienes sufren discriminación xenofóbica, hambre, sida, adicciones, abusos y guerras.
La solidaridad, como cualquier valor también tiene un componente afectivo, pues no es el cumplimiento forzado o frío del deber, sino el afán de ayudar y participar para alcanzar una meta. Tiene que ver mucho con el liderazgo y la inspiración; cuando alguien se convence y actúa, los demás lo siguen. Los planes de trabajo, aún en la familia requieren del liderazgo y el ejemplo de los padres.
Es necesario trabajar para educar y educarnos en la virtud solidaria, distintiva de la comunidad humana, reconociendo que moralmente es necesario dar mayor peso a este comportamiento de apoyo a los demás, sin descuidar a nuestra propia persona.
¿CÓMO SE DESARROLLA LA SOLIDARIDAD?
El valor de la solidaridad se desarrolla cuando:
• Escuchamos con simpatía e interés, a quien propone alguna mejoría para todos.
• Preguntamos y nos disponemos para participar.
• Somos servidores de los demás, no únicamente de nosotros.
• Comprendemos el daño que ocasiona a todos ser indiferentes a las buenas causas.
• Disfrutamos el valor al trabajo en grupo, cumpliendo lo mejor posible nuestros compromisos.
DECÁLOGO DE LA SOLIDARIDAD
1. La solidaridad es trabajar a favor del grupo.
2. La virtud de la solidaridad forma el sentimiento de grupo.
3. El trabajo solidario es gozarse en perseverar en el bien del grupo.
4. La solidaridad exige sacrificio e incomprensión por causa de los apáticos e indecisos.
5. Olvidar el propio bienestar, da vida al comportamiento solidario e favor del bien común.
6. La solidaridad ilumina, a pesar de muchas abstenciones de participación.
7. La inspiración para otros es nuestra lucha desinteresada por los propósitos buenos.
8. La solidaridad reconoce a quien pretende beneficiarnos, ignorarlo o demeritarlo es ingratitud.
9. El comportamiento solidario no es participar en todo, es apoyar o iniciar el bien común.
10. Solidaridad es el respeto y el apoyo a las iniciativas de bienestar.
Tomado de: http://www.ucaldas.edu.co/index.php?option=com_content&view=article&id=5997:el-valor-de-la-solidaridad&catid=230:contacto-saludable&Itemid=640
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EL RATÓN Y LA RATONERA
Un ratón mirando por un agujero en la pared, ve a un granjero y su esposa abriendo un paquete.
Sintió emoción imaginando qué podría ser lo que contenía. Quedó aterrorizado cuando descubrió que ¡¡¡¡ era una ratonera !!!!.
Fue corriendo al patio de la granja a advertir a todos: "¡¡¡ Hay una ratonera en la casa, una ratonera en la casa !!!".
La gallina, que estaba cacareando y escarbando, levantó la cabeza y dijo: - "Discúlpeme Sr. Ratón, yo entiendo que es un gran problema para usted, más no me perjudica en nada, no me incomoda".
El ratón fue hasta el cordero y le dice: -"¡¡¡ Hay una ratonera en la casa, una ratonera !!!".
- "Discúlpeme Sr. Ratón, pero no hay nada que yo pueda hacer, solamente pedir por usted; quédese tranquilo que será recordado en mis oraciones".
El ratón se dirigió entonces a la vaca y, la vaca le dijo: -"Pero, ¿acaso yo estoy en peligro?. Pienso que no...es más...estoy segura que no".
Entonces el ratón volvió a la casa preocupado y abatido para encarar a la ratonera del granjero.
Aquella noche se oyó un gran barullo, como el de una ratonera atrapando a su víctima. La mujer del granjero corrió para ver lo que había atrapado. En la oscuridad, ella no vio que la ratonera atrapó la cola de una cobra venenosa. La cobra mordió a la mujer.
El granjero la llevó inmediatamente al hospital. Ella volvió con fiebre. Todo el mundo sabe que para alimentar a alguien con fiebre, no existe mejor que un caldo. El granjero agarró su hacha y fue a buscar el ingrediente principal: la gallina.
Como la enfermedad de la mujer continuaba, los amigos y vecinos fueron a visitarla, para alimentarlos, el granjero mató el cordero,, pero la mujer no se curó y acabó muriendo. El granjero entonces vendió la vaca al matadero para cubrir los gastos del funeral.
MORALEJA:
"La próxima vez que escuches que alguien tiene un problema y creas que como no es tuyo no le debes prestar atención...deberías de pensarlo dos veces"
Tomado de: http://mipropiolaberinto.blogspot.com/2009/04/no-es-mi-problema-fabula-de-el-raton-y.html
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EL COJO Y EL CIEGO
Dos hombres, un cojo y
un ciego, llegaron a la orilla de un río que forzosamente debían atravesar;
pues, éste carecía de puente. Pero la corriente había crecido un poco, así que,
ante esta dificultad inesperada,
el cojo dijo a su compañero:
– Aquí hay un río bastante bravo, que para ser franco, mis piernas no podrán cruzarlo.
Entonces el ciego dijo: – Yo lo pasaría si pudiese ver, pero como me falta la vista temo resbalar y ahogarme.... ¡Dios mío, qué haremos! Al momento el hombre con la pierna mala, reaccionando, agregó:
– ¡Tengo una magnífica idea! Mira, tus piernas serán mi sostén y mi vista, nuestra guía. Ayudándonos mutuamente, estoy seguro que pasaremos sin dificultad a la otra orilla del río. En efecto, el cojo se acomodó lo mejor que pudo sobre los hombros del ciego y así ambos alcanzaron felices y seguros la otra ribera, llegando a la ciudad antes del tiempo calculado.
– Aquí hay un río bastante bravo, que para ser franco, mis piernas no podrán cruzarlo.
Entonces el ciego dijo: – Yo lo pasaría si pudiese ver, pero como me falta la vista temo resbalar y ahogarme.... ¡Dios mío, qué haremos! Al momento el hombre con la pierna mala, reaccionando, agregó:
– ¡Tengo una magnífica idea! Mira, tus piernas serán mi sostén y mi vista, nuestra guía. Ayudándonos mutuamente, estoy seguro que pasaremos sin dificultad a la otra orilla del río. En efecto, el cojo se acomodó lo mejor que pudo sobre los hombros del ciego y así ambos alcanzaron felices y seguros la otra ribera, llegando a la ciudad antes del tiempo calculado.
MORALEJA:
"Grandes cosas se pueden obtener cuando con solidaridad se sabe proceder"
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EL VALOR DE LA SOLIDARIDAD
CADENA DE FAVORES
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