domingo, 13 de octubre de 2013

LA GENEROSIDAD




La generosidad es servir con auténtico desprendimiento sin esperar nada a cambio, buscando el bien de los demás. Ser generoso es ser grande, enriquece a la persona que la practica, porque nada te hará más humano que el que puedas desprenderte de ti mismo para compartir con los demás. 
Cuando tienes esta cualidad, tus sentimientos los das a quienes te rodean, estando al pendiente de sus palabras, expresiones y acciones; te das sin esperar nada cambio. Si eres generoso te olvidas del egoísmo, no esperas a que alguien te diga te necesito, te muestras con entusiasmo y te entregas desde el principio hasta el fin, piensas en lo maravilloso que es poder ayudar y agradeces la oportunidad de servir. 

Si alguien está decaído, triste o enfermo, tu generosidad te permite ofrecer un trato amable, de respeto y compartir tu tiempo libre con el que más lo necesita, sin esperar nada a cambio. Una persona generosa lucha por mantener la unidad y la felicidad con las personas con las que convive, se da la oportunidad de ayudar a su comunidad ya sea reforestando, cuidando su entorno o sirviendo con entusiasmo a los demás.  Si buscas servir y hacer sentir bien a todos, eres digno de recibir lo mejor y estás reforzando este valor de la generosidad con esas buenas acciones que realizas; piensa que siempre puedes hacer algo más por las personas que están cerca de ti. Agradece por todo lo que tienes y recibes, dedica tiempo a quien lo necesita, desarrolla tu capacidad de dar y de descubrir ese espíritu de servicio que posees a favor de los demás.

CÓMO DESARROLLAR LA GENEROSIDAD

Una persona generosa es digna de reconocimiento si hace pequeñas acciones como:
    · Compartir el tiempo con quien más lo necesita.
    · Cooperar con sus vecinos con una actitud positiva.
· Ser agradecido y hacerlo saber.

PIENSO POSITIVAMENTE

“Donde sobran las buenas acciones está presente la generosidad”
“Es asombroso aprender de las personas que me rodean, pero más asombroso es aprender a escucharlos”
“En un equipo, la generosidad se demuestra ayudando a los demás” 


  PARA REFLEXIONAR

Decálogo de la generosidad
1.     Apreciar los buenos actos de los demás.
2.     Actuar a favor de otras personas desinteresadamente, sin que nos cueste esfuerzo.
3.    Ser generoso supone utilizar la voluntad para hacer el bien.
4.    Decidir libremente el dar cosas, tiempo, el perdonar, el escuchar, el saludar, el recibir, etc.
5.    Valorar lo que se tiene y dar de acuerdo con la necesidad de las personas.
6.    Tener disponibilidad cuando alguien necesite ser escuchado, sin esperar conseguir algo a cambio.
7.    Esforzarte por hacer la vida agradable a los demás, saludando a alguien con quien no tienes amistad.
8.    Servir a los demás con el deseo y la seguridad de querer hacerlo.
9.    Crear un ambiente de participación y de servicio en la familia.
10.  La generosidad es fundamental para que la persona llegue a tener plenitud en su vida.

  QUÉ IMPLICA LA GENEROSIDAD EN LA FAMILIA

    Ayudarnos en las labores que cada uno realiza en el hogar
       Tener mesura al gastar dinero en cosas que no son de utilidad y afectan la economía
       Pedir permiso para los paseos con amigos, así como el estar consciente de que nuestros padres no      pueden tener dinero para darnos cuanto nosotros solicitamos
   Convivir con los miembros de la familia, así tengamos que renunciar a parte del tiempo libre personal.


--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

EL PUÑADO DE ARROZ


Un día como cualquiera, llegó un hombre a mi casa comentando que cerca de aquí vivía una familia que tenía 7 hijos y, que llevaban ya varios días sin probar un solo bocado de alimento. Al escuchar esto, tomé un poco de arroz y fui a buscarlos para que pudieran comer esa noche.

Cuando los niños supieron que comerían esa noche, sus rostros se iluminaron de felicidad. Mi asombro fue ver cómo esa madre pudo dividir en partes iguales ese pequeño puñado de arroz que le había regalado. Tomó uno de los platos y salió de la casa.

Cuando regresó, le pregunté: ¿Dónde estabas?, ¿qué hacías?. Ella me respondió: "¡los vecinos también pasan hambre!". La madre había ido a la casa de los vecinos y había compartido con ellos un poco de arroz. En ese momento, me dí cuenta lo importante que es ser generoso y, no por obligación o porque te sobre sino porque quieres hacerlo

Sin importar el dolor, la necesidad y el hambre, ella dio algo del poco de arroz que tenía para ayudar a alguien más.

MORALEJA:   

"La mayor virtud de una persona es la generosidad,. Debes ayudar y compartir con los demás, así sea poco lo que tengas".


--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

EL REGALO MÁGICO DEL CONEJITO POBRE

Hubo una vez en un lugar una época de muchísima sequía y hambre para los animales. Un conejito muy pobre caminaba triste por el campo cuando se le apareció un mago que le entregó un saco con varias ramitas."Son mágicas, y serán aún más  mágicas si sabes usarlas" 
 
El conejito se moría de hambre, pero decidió no morder las ramitas pensando en darles buen uso.
Al volver a casa, encontró una ovejita muy viejita y pobre que casi no podía caminar."Dame algo, por favor", le dijo. El conejito no tenía nada salvo las ramitas, pero como eran mágicas se resistía a dárselas. 
Sin embargo, recordó cómo sus padres le enseñaron desde pequeño a compartirlo todo, así que sacó una ramita del saco y se la dió a la oveja. Al instante, la rama brilló con mil colores, mostrando su magia. El conejito siguió contrariado y contento a la vez, pensando que había dejado escapar una ramita mágica, pero que la ovejita la necesitaba más que él. 
Lo mismo le ocurrió con un pato ciego y un gallo cojo, de forma que al llegar a su casa sólo le quedaba una de las ramitas.
Al llegar a casa, contó la historia y su encuentro con el mago a sus papás, que se mostraron muy orgullosos por su comportamiento. 
Y cuando iba a sacar la ramita, llegó su hermanito pequeño, llorando por el hambre, y también se la dió a él.
En ese momento apareció el mago con gran estruendo, y preguntó al conejito ¿Dónde están las ramitas mágicas que te entregué? ¿qué es lo que has hecho con ellas? El conejito se asustó y comenzó a excusarse, pero el mago le cortó diciendo ¿No te dije que si las usabas bien serían más mágicas?. ¡Pues sal fuera y mira lo que has hecho!
Y el conejito salió temblando de su casa para descubrir que a partir de sus ramitas, ¡¡todos los campos de alrededor se habían convertido en una maravillosa granja llena de agua y comida para todos los animales!!
Y el conejito se sintió muy contento por haber obrado bien, y porque la magia de su generosidad hubiera devuelto la alegría a todos
Autor: Pedro Pablo Sacristán


--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------






No hay comentarios:

Publicar un comentario