FOMENTAMOS: AMOR A LO NUESTRO
Hace no
mucho tiempo, existía un pueblo donde todos eran felices. Un día, un
viajero venido de la capital, llegó con un montón de cajas,
anunciando que traía una gran ganga para los moradores del poblado.
"Computadoras
nuevas" dijo el hombre, " Si no tienen computadoras,
entonces están en la edad de piedra."
Pronto,
las abuelitas, niños, adultos, y jóvenes estaban conectados a la red
las 24 horas del día los 365 días del año.
Hace no mucho tiempo, existía un pueblo donde todos eran felices.
Un día, un viajero venido de la capital, llegó con un montón de
cajas, anunciando que traía una gran ganga para los moradores del poblado.
"Computadoras
nuevas" dijo el hombre, " Si no tienen computadoras,
entonces están en la edad de piedra."
Pronto,
las abuelitas, niños, adultos, y jóvenes estaban conectados a la
red las 24 horas del día
los 365 días del año.
Hasta ahí todo
estaba bien. Pero, como suele pasar cuando algo se vuelve
una obsesión pronto la vida pacífica y risueña de los
pobladores se transformó radicalmente.
La
gente ya no le importaba salir de la casa, platicar con los vecinos, o pasear
al chucho, porque lo único que querían era estar frente a
la compu todo el tiempo posible. Ahí podían ver sus programas
favoritos, bajar canciones y archivos, platicar con el novio, o pagar las
cuentas y consultar el pronóstico del clima.
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Pronto, el pueblo pareció volverse fantasma. Sus calles
estaban vacías la mayor parte del tiempo, y
los más afectados fueron los niños. De pronto, de tanto tiempo de
estar encerrados, y sentados sin parpadear, sus ojos se volvieron opacos y
rojos, sus cuerpos fofos, como gelatina, y sus caras pálidas por
falta de la luz del sol.
Los doctores, alarmados, pensaron en una epidemia, y recetaron
vitaminas, jarabes y comidas especiales para los niños del pueblo. Luego
se culpó a la contaminación ambiental, y, como suele pasar,
al gobierno. Pero los niños no mejoraban.
Un mañana de primavera, llegó al lugar una familia
que venia del campo, con su hijo Esteban. Era un niño muy diferente a
ellos, con la piel bronceada, los ojos brillantes, y la sonrisa en el rostro. Los
niños de la escuela lo rodearon, preguntándole:
- ¿ Tienes tu compu portátil, o en casa?
- No se de qué me hablan- dijo el niño- De donde vengo,
no teníamos eso.
" Qué raro es" pensaron
todos, viéndolo como si fuera un extraterrestre con siete patas y cinco
ojos morados. Lo dejaron solo, mientras se iban a sus casas a seguir conectados
a sus máquinas Uno de ellos, Andrés, se sintió curioso por
ver lo que hacía el nuevo para divertirse, y lo siguió a
escondidas.
Esteban caminó hacia el jardín, y adentrándose entre
los arbustos, se puso a platicar con alguien. Cuando Andrés intentó mirar,
Esteban lo cachó, y le dijo, amablemente:
- Estoy platicando con los grillos. Dicen que han tenido una
noche magnífica de concierto. ¿Quieres venir a echarte el chal con
ellos?
- Pero yo no sé cómo hablar su lenguaje- dijo Andrés.
- ! Todos sabemos cómo hablar con los animales,
nada más que se nos olvida! - le dijo Esteban.
Pasaron una tarde deliciosa, brincando charcos, platicando con las ranas
y animales de los alrededores, y trepando a los árboles.
Cuando llegó la hora de la cena, y Andrés entró corriendo a
su casa, su mamá pegó un grito:
" !! Dios Santo, este niño está enfermo!!"
Sus cachetes estaban colorados, sus ojos ya no estaban hundidos y su
piel había dejado de ser pálida Cuando el doctor lo vio,
dijo, muy asombrado:
- Este niño está completamente sano, y muy recuperado.
Andrés les confesó su pequeña aventura de la tarde, y pronto
la voz se corrió de lo que había sanado a este pequeño.
Esteban y su familia fueron abordados por cientos de papás y sus
hijos, y el papá de Esteban solo atinó a decirles:
- Yo creo que si los niños de este pueblo vuelven a ser niños, a
brincar, a jugar, y a volar cometas por los
parques, ahí está la solución.
Desde entonces, las compus dejaron de ser las reinas del poblado, y se
volvieron lo que estaban destinadas a ser de entrada, una herramienta para la
vida, pero no más importante que los mismos seres humanos. Y los
bosques, y los parques, y las calles del pueblo, volvieron a llenarse de vida,
de risas y de gente, como antes de la invasión de las compus...
Y COLORÌN, COLORADO, ESTE CUENTO SE HA ACABADO...
AUTOR: Rocío Acosta
PAIS: MéxicoE-MAIL: sonrisadmar@yahoo.com.mx
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EL ÁGUILA, EL CUERVO Y EL PASTOR
Lanzándose desde una cima, un
águila arrebató a un corderito.
La vio un cuervo y tratando de
imitar al águila, se lanzó sobre un carnero, pero con tan mal conocimiento en
el arte que sus garras se enredaron en la lana, y batiendo al máximo sus alas
no logró soltarse.
Viendo el pastor lo que sucedía,
cogió al cuervo, y cortando las puntas de sus alas, se lo llevó a sus niños.
Le preguntaron sus hijos acerca
de que clase de ave era aquella, y les dijo:
- Para mí, sólo es un cuervo;
pero él, se cree águila.
MORALEJA:
"PON TU ESFUERZO Y DEDICACIÓN EN LO QUE REALMENTE ESTÁS PREPARADO,
NO EN LO QUE NO TE CORRESPONDE".
http://edyd.com/Fabulas/Esopo/E1AguilaCuervoPastor.htm
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